La palabra «almohada» tiene sus raíces en árabe clásico “mihaddah”«, que significa la que está debajo de la mejilla». La evolución lingüística llevó a que esta palabra entrara en el español como «almohada». Originalmente, las almohadas eran utilizadas por las culturas antiguas, como los egipcios, griegos y romanos, aunque sus diseños y materiales variaban considerablemente en comparación con las almohadas modernas. La función principal de la almohada ha sido proporcionar apoyo y comodidad para la cabeza y cuello durante el sueño, lo que contribuye a un mejor descanso.