Está buscando una almohada , según su posición al dormir, pero no sabes cómo elegir el modelo adecuado? Descubramos la respuesta a esta pregunta.
La elección de la almohada depende de dos grandes factores. El primero de ellos es tu
posición preferida. En qué posición sueles conciliar el sueño, qué posición te resulta
más agradable a la hora de dormir. Una vez certificada esa posición, la almohada tiene que ayudarnos
a mantener las técnicas en una posición neutra. Es decir, ni inflexión excesiva, ni en
extensión excesiva. Bastante sencillo, ¿verdad? Para dejarlo más claro, vamos a analizar cada
posición en la cama para que sepas elegir almohada según tu situación.
Tumbado boca arriba. Una de las posiciones preferidas. Tu almohada tiene que ser lo suficientemente
gruesa como para permitirte tener una posición neutra del cuello. No muy delgada, lo que llevaría
el cuello a una excesiva, extensión, ni muy gruesa, llevando el cuello a una flexión excesiva.
Aquí todo va a depender de tu morfología dorsal. Si tienes una gran joroba y la cabeza está
muy adelantada, necesitarás una almohada muy gruesa para evitar que el cuello se encuentre en
extensión.
Tumbado boca abajo, Al dar la vuelta y tumbarse boca abajo, si mantienes la almohada alta tendrás
problemas en tu cuello. Te afectara fuertemente si permaneces en una posición forzada de extensión, por lo que lo mejor es utilizar una almohada muy fina o simplemente eliminar la almohada. El problema de esta posición es que la cabeza permanece girada durante mucho tiempo, manteniendo una posición de rotación extrema, incumpliendo el principio de neutralidad que mencionamos antes. Así que sería la posición menos recomendada si tienes dolor en las cervicales. De lado a tres cuartos. Esta posición muy
habitual combina la posición boca abajo y la posición lateral. Es una buena posición porque la
cabeza no se encuentra muy rotada y podemos fácilmente obtener una neutralidad de la columna
cervical usando una almohada fina. De lado. La almohada al dormir del lado tiene que ser lo
suficientemente gruesa para mantener tu cabeza bien alineada con tus hombros. Manteniéndose así
la columna en una posición neutra. De nuevo, el grosor dependerá de tu morfología y de la anchura que
tengas en los hombros, ya que la distancia entre el hombro y la cabeza no es la misma en alguien de dos
metros que en alguien que solo mide uno cincuenta. Sintetizando todo. Si duermes boca arriba usa una
almohada de grosor medio, dependiendo de la curvatura de tu columna dorsal. Si duermes boca abajo elimina la almohada. Si duermes en posición de tres cuartos utiliza una almohada fina y si duermes de
lado utiliza una almohada gruesa dependiendo de la anchura de tus hombros.
Sin embargo, a pesar de que la elección de la almohada es importante no podemos dejar de lado
otros factores que ocurren durante el día y que a mí parecer son incluso más importantes.
Mantener siempre un radio regular al levantarse incluso en festivos y vacaciones,
seguir un radio de comidas regular, practicar actividad física, realizar una cena ligera,
evitando frutas, eliminar las pantallas antes de acostarse., Son algunas de las recomendaciones que
pueden mejorar la calidad del sueño.