Alineación adecuada: Coloca la almohada de manera que tu cabeza esté completamente apoyada sobre ella, asegurándote de que la parte superior de la columna esté alineada con el cuello y cabeza.
Separación de la cabeza y los hombros: La almohada debe ser utilizada exclusivamente para apoyar la cabeza, permitiendo que los hombros descansen cómodamente sobre el colchón sin ser elevados por la almohada.
Relajación y peso distribuido: Deja que tu cabeza descanse con todo su peso sobre la almohada, permitiendo que los músculos del cuello y hombros se relajen completamente mientras te dispones a descansar. Es importante mantener una postura relajada y cómoda para favorecer un sueño reparador.